La calidad del aire interior se ha convertido en una preocupación primordial en los últimos años, especialmente dado que la persona promedio pasa aproximadamente el 90% de su tiempo en interiores. El aire que respiramos dentro de nuestras casas puede estar cargada de contaminantes como polvo, polen, caspa de mascotas, esporas de moho y compuestos orgánicos volátiles.